sexta-feira, 25 de abril de 2008

Mar Português


Ó mar salgado, quanto do teu sal

São lágrimas de Portugal!

Por te cruzarmos, quantas mães choraram,

Quantos filhos em vão rezaram!

Quantas noivas ficaram por casar

Para que fosses nosso, ó mar!


Valeu a pena? Tudo vale a pena

Se a alma não é pequena.

Quem quer passar além do Bojador

Tem que passar além da dor.

Deus ao mar o perigo e o abismo deu,

Mas nele é que espelhou o céu.


Fernando Pessoa



Este é provavelmente o poema mais universal de quem é talvez o mais universal dos nossos poetas. Foi por essa a razão pela qual o escolhemos para abrir esta secção e também porque os dois primeiros versos da segunda estrofe justificam todos os nossos esforços e nos animarão em todos os momentos de dificuldade ao longo da caminhada que hoje iniciamos.

O poema pertence ao livro Mensagem (1934), o único que Pessoa publicou em vida. Originalmente iria chamar-se Portugal, mas posteriormente o autor optou por Mensagem, que como se recordará parte da expressão latina MENS AGitat molEM, que se encontra na Eneida, de Virgilio, e significa “A mente move a matéria”.

quarta-feira, 23 de abril de 2008

Lobo Antunes: novo livro no Outono


O Arquipélago da Insónia é o título do novo romance de António Lobo Antunes que será publicado em Outubro, pela editora "Dom Quixote". O autor já arrecadou os prémios internacionais União Latina (2003), Jerusalém (2005), Camões (2007) e José Donoso (2008). Ver mais.

segunda-feira, 21 de abril de 2008

José Saramago, um português universal...


Saramago é hoje, sem dúvida alguma, o nosso autor mais universal. Alguma dúvida. Na página que recomendamos a seguir poderá encontrar quase sessenta livros de/sobre o Prémio Nobel. Mais detalles.

sábado, 19 de abril de 2008

Saramago, 85 anos, não pára e promete novo romance para o Outono

Já tem título: "A Viagem do Elefante".

No sólo de pan vive el hombre...


Nos lo confirma NotiGama, un revista de innegable calidad de presentación, que mezcla la vertiente comercial de sus promotores con informaciones culturales de interés. Hojeándola encontramos noticia de Saramago, una mirada triste y
lúcida
, un libro de Andrés Sorel. Más detalles.

Diccionario de Personajes Saramaguianos


En una nueva evidencia de la universalidad de José Saramago, la Universidad Católica de Córdoba, que también ofrece cursos de portugués, acaba de editar, elaborado por el Equipo Saramaguiano de Investigación en Teoría y Crítica Literarias y en colaboración con la Fundación Santillana, un Diccionario de Personajes Saramaguianos. Más información.

sexta-feira, 18 de abril de 2008

A uma semana do 34º Aniversário do 25 de Abril


Aproxima-se mais um aniversário do "...dia inicial inteiro e limpo... " A Revolução em Fotos. Canções de Abril.

quinta-feira, 17 de abril de 2008

Graça Moura: Novo prémio internacional


Tradutor de Dante e de Petrarca, escritor, poeta e cronista, Vasco Graça Moura acaba de conquistar o Prémio de Tradução 2007 do Ministério da Cultura da Itália. Mais detalhes.

sábado, 12 de abril de 2008

Caricaturista uruguayo Hermenegildo Sábat presenta 21 acuarelas de Fernando Pessoa, en la casa natal del poeta

¡Echénle una mirada a esta exposición! ¡Es un trabajo maravilloso! Y como complemento el genio de Chopin y las teclas que obedecen, dulcemente, a los dedos prodigiosos de Maria João Pires.

quinta-feira, 10 de abril de 2008

Libros portugueses en Venezuela


Descripción de la editorial / Grijalbo Mondadori 2006.

El Río Sagrado: El autor traslada la acción hasta las cosas galaicoportuguesas, a las puertas de la invasión romana, desde la mirada de Turio, un niño con poderes adivinatorios. En la obra tienen una gran presencia los elementos sobrenaturales, centrados en ese joven de salud delicada que acompaña a las tropas resistentes y actúa como intermedio entre los dioses y los hombres, y que Aguiar combina magistralmente con la recreación histórica de la vida, cultura y creencias de los antiguos pobladores del norte de la Península Ibérica.

João Aguiar nasceu em Lisboa em 1943. Licenciou-se em Jornalismo pela Universidade Livre de Bruxelas, tendo trabalhado como jornalista na imprensa, na rádio e na televisão. Iniciou a sua carreira literária com quarenta anos e o seu primeiro romance foi A Voz dos Deuses (1984), um dos livros mais vendidos em Portugal nos últimos anos. Tem escrito guiões para programas de televisão e argumentos para cinema (Rua Sésamo, Inês de Portugal, etc.). Obras: A Voz dos Deuses (1984), O Homem sem Nome (1986), O Trono do Altíssimo (1988), O Canto dos Fantasmas (contos, 1ª ed. em 1990 pelas Publicações Dom Quixote; 2ª ed., 1999, pelas Edições Asa), Os Comedores de Pérolas (1992), A Hora de Sertório (1994), A Encomendação das Almas (1995), O Navegador Solitário (1996), Inês de Portugal (1997), O Dragão de Fumo (1998), A Catedral Verde (2000), Diálogo das Compensadas (2001), Uma Deusa na Bruma (2003), O Sétimo Herói (2004), O Jardim das Delícias (2005), Lapedo – Uma Criança no Vale (2006). João Aguiar é também autor de duas colecções juvenis: O Bando dos Quatro (Edições Asa) e Sebastião e os Mundos Secretos (Presença).

In Projecto Vercial. http://alfarrabio.di.uminho.pt/vercial/aguiar.htm

Miguel Gomes en El Nacional - Entrevista



Miguel Gomes, profesor de la Universidad de Connecticut, es un extraordinario ensayista, crítico, traductor e investigador venezolano que junto a su reconocida labor académica ha devenido en un formidable narrador, autor de De fantasmas y destierros (2003), Un fantasma portugués (2004) y Viviana y otras historias del cuerpo (2006). Papel Literario otorga sus páginas para presentar una entrevista al escritor hecha por Carlos Pacheco en el marco del Seminario de Narrativa Hispanoamericana y un texto de Gomes sobre la experiencia del traductor.


La opción de la lengua

El narrador venezolano Miguel Gomes (1964), fue el pasado 20 de febrero el invitado especial del Seminario de Narrativa Hispanoamericana de la Universidad de Cincinnati, dirigido por Armando Romero. Con ocasión de su visita fue entrevistado por Carlos Pacheco, quien este trimestre está como profesor e investigador invitado en esa universidad, gracias al patrocinio de la Fundación Taft. Miguel Gomes es profesor de la Universidad de Connecticut y narrador, además posee una consistente obra como investigador, crítico y ensayista Carlos Pacheco.
Miguel Gomes nació, se educó y ha publicado casi toda su obra de ficción en Caracas; sus padres son portugueses; su mujer es catalana y sus hijos, al igual que su residencia y su trabajo como profesor hace ya bastantes años, están enraizados en la Costa Este de los Estados Unidos: ¿De dónde es entonces Miguel Gomes?, ¿cuál es el lugar que siente como propio? Soy un escritor venezolano, de eso no me cabe duda: la primera vez que tuve ganas de escribir un relato estaba en Venezuela y había estado leyendo libros que había comprado en Venezuela.También tengo muy claro que soy un hijo portugués.Me pregunto a veces: ¿es Lolita una novela rusa? ¿Acaso Conrad es un novelista polaco? ¿Tenemos que acercarnos a Ionesco y Cioran como rumanos o franceses? Luego me contesto: en Argentina, Witold Gombrovicz hizo literatura polaca y en Francia, Cortázar hizo literatura argentina. El poema nacional portugués se escribió en partes de lo que hoy es la India y China.Hay muchos casos así y eso me tranquiliza, me ayuda a entender por qué, aunque no esté físicamente en Venezuela, puedo sentirme escritor venezolano. Está la opción de la lengua, en primer lugar. De joven escribí poemas en portugués, que es mi idioma materno y hablé primero que el español; el portugués lo he usado a lo largo de mi vida en situaciones familiares o en las temporadas que he pasado en Portugal, donde mi familia nunca ha dejado de tener casa. Pero deseché mis poemas en esa lengua porque en algún momento me pareció incestuoso escribir en el mismo idioma con el que identificaba mi origen. El español me lo fui ganando por mi cuenta, no lo encontré en casa: por eso siento que puedo ser más creador en él.Por eso tu interés en esos melting pots culturales, primero de Caracas y luego de Nueva York, que sacan a relucir los conflictos y oportunidades de la (in)comunicación intercultural...Vistos en profundidad, todos los seres humanos somos migrantes: nacemos en una mujer y luego tenemos que separarnos de ella; cuando la separación se produce empezamos a encontrar nuestra identidad, no la que a alguien más se le ha ocurrido darnos. Lo demás es cuestión de papeles, de pasaportes, mucho más accidental y superficial. Lo que me interesa de la condición del extranjero "social" o "político" es cómo acaba ésta, a la larga, removiendo las aguas secretas del inconsciente, donde todos somos "otro".¿Qué incidencia tiene lo vivido directamente o a través de tu familia en la creación de un universo gomesiano donde no sólo abundan los migrantes, sino también los profesores y también los fantasmas de los antepasados? Aunque escriba alguna vez sobre fantasmas, me interesa entender la realidad y no me gusta la literatura que no me diga algo sobre ella. Lo fantástico ocasionalmente puede ser una herramienta para comprender lo que nos pasa en el mundo tangible.Por ejemplo, un fantasma puede ser un sentimiento o el presentimiento de una emoción. Las historias de mi familia, de mis amigos, de mis colegas, de mis vecinos... todo eso interviene en mis narraciones, con las debidas variaciones, síntesis, interpolaciones. Si el arte saliera de la nada, no le interesaría a nadie. Debe haber siempre un vínculo con alguna experiencia concreta; de otro modo, no se logra la sensación de verismo. Por supuesto, la mentira, la tergiversación, aportan el resto. Jamás contaría algo que le pasó específicamente a alguien que conozco. Trato de fundir anécdotas de dos o tres personas y acabo atribuyéndoselas a una cuarta. Madame Bovary soy yo; y también tú; y también él; y Madame Bovary misma podría ser Madame Bovary.En el seminario de Cincinnati hemos concentrado la atención sobre diversas manifestaciones de la nouvelle en Hispanoamérica. ¿Qué piensas como profesor y como narrador de ficción, de la nouvelle como forma narrativa? Hasta ahora he escrito tres nouvelles: Música antigua, El vuelo de Sebastián da Silva y Silva de sirenas.Para mí, lo que distingue a la nouvelle del cuento o la novela no es necesariamente la extensión, sino la estructura. Los cuentos que me gustan y más releo –de Poe, Chéjov, Maupassant, Dubus, Oates– se definen por su tensión, por la liberación de energía que hay al final, y también su profundidad solo sinecdóquica (hemos de sospechar o entrever un todo por una de sus partes, una vida por uno de sus actos). La novela, en cambio, es explícita; su estructura está gobernada por la amplificatio; su forma de profundidad se alcanza por acumulación, creando en el lector hábitos de reconocimiento, reflexión y observación.Estoy pensando, desde luego, en los novelistas que admiro: Balzac, Eça de Queirós, Nabokov, Bellow, Lodge, Kincaid. La nouvelle tiene lo mejor de esos dos géneros y, que yo sepa, ninguno de sus defectos parece describir un "mundo", como la novela, pero sin redundancias, porque cuando concluye nos damos cuenta de que ha sido un "pequeño mundo", más bien. Reconozco si tengo en las manos una nouvelle cuando su tema es el desarrollo minucioso de lo que hay en la mente de uno solo de los personajes o, si nos ponemos físicos, lo que hay en un espacio relativamente bien limitado: un apartamento, un congreso de profesores, las calles estrechas del centro de una pequeña ciudad renacentista española. Hay que pensar, me parece, en lo que ocurre en The Turn of the Screw, que sería un ejemplo de nouvelle extensa, o lo que ocurre en El pozo, ejemplo de nouvelle brevísima: eventos de una casa de campo o de ciudad, pero, sobre todo, vivencias mentales, muy poco tangibles, de una institutriz y de un hombre solo; para nada crónicas de una clase social, de una familia entera, de un país, etc. La nouvelle, además, suele tener un rasgo del cuento que no es característico de la novela: su estructura es casi epigramática, con un final donde, sea por sorpresa, sea por otro tipo de "revelación" más verbal o sutil, alcanzamos un clímax intelectual o afectivo. En Hispanoamérica tenemos nouvelles magistrales como Sombras suele vestir Las ratas, Aura, El coronel no tiene quien le escriba, Nocturno de Chile donde podemos observar las estrategias del epigrama desplazadas de su molde genérico antiguo.Muchas de tus piezas narrativas forman parte de una especie de red o más bien de un rizoma narrativo en el que personajes, situaciones y contextos laborales reaparecen, con notables variantes, imbricando todo el conjunto. ¿Es eso lo que entiendes por ciclos de cuentos? Hay, por una parte, ciclos narrativos y, por otra, ciclos de cuentos. Un ciclo de cuentos puede concretarse en un volumen como "cuentario" –algo equivalente al poemario o el cancionero. La guerra gaucha, Los desterrados o Montevideanos son cuentarios, ciclos de cuentos reunidos en un libro estructurado como tal y, a veces, legible como novela. Un ciclo narrativo es más abierto, abarca varios libros y, de vez en cuando, varios géneros (microcuento, cuento, nouvelle, novela). Hasta donde sé, Balzac fue el inventor de esos rizomas, que constituyen un nuevo género que absorbe a los cuatro anteriores. Hacia 1991 escribí el relato "Cuento de invierno" donde resucitaba a un personaje que había estado en otra historia que destruí porque no me gustaba estilísticamente.Allí me di cuenta de que el personaje tenía cierta vida propia, más o menos independiente del manuscrito que rompí, así que dejé que se me fuera colando en otros relatos (me refiero a Alexandre Gomes, un profesor de arte que merodea por las universidades y colleges de Long Island; viene de Brasil y se lleva bien con varios hispanos, con los cuales conversa en portuñol y a estas alturas, tal vez, en portuspanglish).Eça de Queirós tenía también sus ciclos narrativos. Horacio Quiroga escribió varios cuentos independientes, de tema cinematográfico, con un mismo protagonista, Guillermo Grant. Y están los casos de Faulkner y Onetti, claro, con sus condados o ciudades imaginarias, y personajes que reaparecen de un libro a otro sin que se trate de estrictas "continuaciones". Yo diría que esos rizomas narrativos constituyen un auténtico género que ha logrado con mayor eficacia lo que se proponía originalmente la novela: dar una sensación de vida, de totalidad de la experiencia. Digo que es más eficaz por una sencilla razón: la novela, a fin de cuentas, se cierra y supone que el lector implícito es un dios que ha logrado "verlo todo"; mientras que el ciclo narrativo queda abierto, con las mismas lagunas de la percepción de la vida que tenemos los seres humanos, que estamos rodeados de realidad y, por lo tanto, carecemos del mirador apropiado para captarla exhaustivamente; sólo vamos a lograr percibirla fragmentada, nunca conectaremos todos sus eslabones, todas las historias que están pasando al mismo tiempo, o que han pasado. El lector implícito de los ciclos narrativos tiene limitaciones humanas... siempre puede descubrir algo más; nunca está seguro de haberse enterado de toda la información o de todos los hechos.La totalidad solo es posible como ausencia, apenas se presiente: en eso, el ciclo narrativo también se parece a la vida mucho más que la novela; la vida vamos a poder percibirla como un todo únicamente en el instante en que la abandonemos. Y tal vez ni así...¿Cómo nacen tus relatos? Cortázar decía que sus cuentos nacían como pesadillas, como monstruos o criaturas que lo perseguían, y la escritura tenía, para él, por ese motivo, algo de "exorcismo". Yo debo de ser menos interesante para los demonios, pero entiendo lo que quiso decir. La mayoría de los relatos que he escrito han nacido como pequeñas obsesiones. Voy al supermercado y oigo una frase extraña; después en la oficina del correo, la vuelvo a oír; luego, leo una revista y, sorpresa, de nuevo salta el término. Una vez escribí un cuento para deshacerme de una de esas palabras raras, cunnilingus, que oí tres veces el mismo día, al parecer por accidente, en conversaciones ajenas y en los sitios más impensados: una conferencia de lingüistas, una comedia de la televisión, un psiquiatra en la radio que hablaba de cómo traducirles a los pacientes el vocabulario especializado. Es un proceso irracional: ciertas anécdotas, ciertos giros verbales lo buscan a uno y uno tiene que abrirse a esos mensajes que "otro" nos manda. Los griegos antiguos hablaban de Musas y de inspiración; la ciencia moderna ofrece nuevas maneras de explicar el fenómeno: inconsciente, sincronicidad.¿Por qué dices que no te gustan y hasta que desechas los relatos en proceso donde todo está demasiado claro para ti? Si el impulso inicial no viene directo del inconsciente, uno puede comprender totalmente las claves de la historia que cuenta; cuando eso me pasa a mí, abandono el manuscrito: no me gustan las piezas literarias demasiado explícitas, rápidamente traducibles a un discurso racional, es decir, no me gustan las obras que descansan en la alegoría o el sermón. Ambos implican una teología, la creencia en una verdad irrefutable.Prefiero las alegorías que se contradicen de vez en cuando o suspenden su significado último, como en Kafka, Borges, Coetzee, aunque las suyas no son en realidad alegorías, sino antialegorías. Un cuento como "El muerto", de Borges, está lleno de pistas de un significado trascendental, pero al final, por más que el lector lo intente, no hay manera de articular una lección o una moraleja a partir de las múltiples señales contradictorias. Junto con las antialegorías, prefiero también los símbolos, tal como los definieron los románticos alemanes e ingleses o los psicólogos de las profundidades: signos que no se nos entregan del todo y preservan su misterio, su ambigüedad. Los sermones no vienen del inconsciente, sino de una "conciencia" que los demás nos quieren imponer. El arte sólo es rebelde cuando se niega a servir de propaganda, cuando en él prevalece el misterio y nos invita, por lo tanto, a la verdadera reflexión, a la imaginación.


Comboio nocturno para Lisboa
Mais de 1.700.000 exemplares vendidos!


Pascal Mercier (Berna, 1944) conta-nos como o professor Raimond Gregorious descobre, quase por azar, Amadeu de Prado, um poeta português que nos faz pensar em Pessoa. Esta circunstancia e o encontro fortuito com uma portuguesa a ponto de se suicidar, leva-o a que um dia, de forma intempestiva, abandona as suas aulas de latim e parte para Lisboa, onde descobrirá a beleza estranha da cidade e mergulhará nos textos de Amadeu de Prado e no que eles têm de amor, amizade, coragem e morte.
Se Amadeu de Prado nos faz pensar em Pessoa, acrescentemos de uma vez, para tornar mais fascinante tudo isto, que Pascal Mercier é o pseudónimo de Peter Bieri, professor de filosofia na Universidade Livre de Berlim, que já publicou vários romances com esse alias e que estudou em Londres e em Heidelberg.
Escrito originalmente em francês, que saibamos, ainda não existe tradução para o português, mas a edição espanhola já está nas livrarias e italiana, a ponto de sair.

Une femme penchée sur le parapet d'un pont, un matin à Berne, sous une pluie battante. Le livre, découvert par hasard, d'un poète portugais, Amadeu de Prado. Ces deux rencontres bouleversent la vie du sage et très érudit professeur Raimund Gregorius. Au milieu d'un cours de latin, soudain il se lève et s'en va. Il prend le premier train de nuit pour Lisbonne, tournant le dos à son existence anti-poétique et sans savoir ce que vont lui révéler la beauté étrangère de Lisbonne et le livre d'Amadeu. Fasciné par les profondeurs que ce texte lui ouvre sur l'amour, l'amitié, le courage et la mort, il veut savoir qui était Amadeu de Prado. […] L'enquête menée par Gregorius l'entraîne dans une ronde de personnages fortement dessinés qui ont connu Amadeu. Leurs témoignages convergent vers cet homme et cernent en même temps la personnalité de Gregorius : "coupable" d'avoir trop peu osé.
Pascal Mercier, né en 1944 à Berne, vit aujourd'hui à Berlin où il enseigne la philosophie. Il a publié "Perlmanns Schweigen" en 1997 et "Der Klavierstimmer" en 2000. "Nachtzug nach Lissabon" est son troisième ouvrage.
Pascal Mercier, Train de nuit pour Lisbonne, Maren Sell Editeurs, 2006, 490 pages.

In breve e in italiano

Treno di notte per Lisbona (Train de nuit pour Lisbonne, traduzione francese dell'edizione tedesca del 2004 Nachtzug nach Lissabon) è l'ultimo romanzo dello scrittore bernese Pascal Mercier (pseudonimo di Peter Bieri, professore di filosofia a Berlino), ed è la storia di Raimund Gregorius, professore di lingue antiche in un liceo di Berna (erudito infallibile ma senz'ambizione, dai colleghi e dagli studenti affettuosamente chiamato "Papiro"), che parte improvvisamente e inaspettatamente per il Portogallo sulle tracce di un enigmatico dottore lusitano, Amadeu de Prado, di cui ha trovato dei testi che gli stanno segnando la vita . Romanzo molto curato in cui il talentuoso Mercier fa uso di diverse tecniche narrative per esplorare la profondità dello spirito e del sentimento

El escritor suizo Pascal Mercier, uno de los autores en lengua alemana más sólidos de los últimos años, vendrá en febrero a Madrid y Barcelona para presentar su novela Tren nocturno a Lisboa, un libro publicado por El Aleph Editores que fue todo un fenómeno editorial tras su publicación hace cuatro años. El 25 de febrero, el Instituto Goethe de Madrid acoge el acto de presentación del libro, que contará con la presencia del periodista suizo Werner Herzog y de Pascal Mercier. El 27 de febrero, Mercier conversará en la Escuela Suiza de Barcelona con Isabel Hernández, profesora de Literatura Alemana de la Universidad Complutense de Madrid.

quarta-feira, 9 de abril de 2008

Novo reconhecimento para Agustina Bessa-Luís



Agustina distinguida com doutoramento "honoris causa" da Universidade Tor Vergata03.04.2008 - 12h50 Lusa, in Pùblico

Agustina Bessa-Luís vai ser homenageada com o doutoramento "honoris causa" da Universidade Tor Vergata de Roma, mas devido às suas "precárias condições de saúde" não estará presente na cerimónia, informou a instituição.
O nome do seu romancere, "A Sibila" (1954) foi dado à Cátedra de Cultura Portuguesa do Departamento de Estudos Linguísticos, Filológicos e Literários da Faculdade de Letras e Filosofia da Universidade Tor Vergata, apoiada pelo Instituto Camões. A cerimónia de atribuição do doutoramento Honoris Causa in Lingue e Letterature Europee ed Americane está marcada para o dia 17 de Abril, às 11h00, na Sala degli Svizzeri, Villa Mondragone, em Monte Porzio Catone - Castelli Romani. Aniello Angelo Avella, titular da cátedra, justifica a distinção , que há dois anos já tinha sido decidia por unanimidade, pelas qualidades literárias de Augustina, pela sua "escrita rica de enigmas e aforismos ", povoada por "mundos secretos dos seres humanos, com os seus desejos, ambições, frustrações", sendo muitas vezes comparada a Marguerite Yourcenar.Ainda segundo Avella, devido ao estado de saúde da escritora portuguesa, o reitor da Universidade, Alessandro Finazzi e os órgãos académicos abriram uma excepção às praxes para permitir que o o prestigioso reconhecimento seja entregue ao marido de Agustina Bessa-Luís. O marido da escritora, Alberto Luís, fará a "lectio magistralis", intitulada "Pensadora entre coisas pensadas", numa cerimónia a que também assistirá Leonor Baldaque, neta de Agustina Bessa-Luís. Distinguida com o Prémio Camões 2004 e vencedora de vários prémios literários nacionais e internacionais, Agustina Bessa-Luís é uma das mais importantes figuras da novelística portuguesa, autora de uma vasta obra, distribuída pelo romance, conto, ensaio, teatro e biografia. A Universidade de Roma Tor Vergata (Università degli Studi di Roma Tor Vergata) foi fundada em 1982 e é a terceira maior da capital italiana.

segunda-feira, 7 de abril de 2008

Um aplauso para o Sr. Ministro!




Pinto Ribeiro considera Fernando Pessoa mais valioso que a PT
03.04.2008 - 12h07 Lusa, in Público


O Ministro da Cultura, José António Pinto Ribeiro, defendeu ontem que Fernando Pessoa, enquanto produto de exportação da língua portuguesa, pode valer mais a nível económico do que a Portugal Telecom (PT).“É possível que o Pessoa, enquanto produto de exportação, valha mais do que a PT. Tem um valor económico único”, disse Pinto Ribeiro durante a sessão de apresentação do projecto de dinamização cultural “Ruas de Cultura”, ontem, em Montemor-o-Velho.Na mesma altura o ministro anunciou a realização de um estudo sobre o valor económico da língua portuguesa, em colaboração com o Brasil, que vai incidir sobre os oito países de língua oficial portuguesa e as comunidades portuguesas espalhadas pelo mundo. “A língua portuguesa é um elemento de identidade que tem um valor económico extraordinário”, defendeu. Em declarações aos jornalistas, no final da sessão, Pinto Ribeiro disse que o estudo vai incidir sobre aspectos sociológicos, políticos e económicos da língua portuguesa. “Não está ainda determinado [quando se vai iniciar]. É para começar o mais rapidamente possível e para estar concluído o mais rapidamente possível” disse o ministro da Cultura. Pinto Ribeiro explicou ainda que o estudo será muito extenso, aludindo ao exemplo espanhol que, quando concluído, resultou em oito volumes. “É certo que eles tiveram mais países a consultar, nós somos oito mas temos diásporas. Vai ser uma coisa minimamente longa para se concluir e realizar”, referiu. No discurso que proferiu em Montemor-o-Velho, Pinto Ribeiro aludiu, igualmente, à importância do acordo ortográfico: "É importante que a nossa política da língua seja feita com outros países. Não é possível ter na mesma língua várias ortografias e varias formas de escrever, sem o acordo ortográfico não conseguimos políticas unitárias”.

quinta-feira, 3 de abril de 2008

Fernando Pessoa / Maria José




Fernando Pessoa, o poeta que é toda uma literatura, desdobrou-se em ainda não sabemos bem quantas personagens. Faltava, porém, pelo menos uma, uma assim no feminino. Pois ela já apareceu. Chama-se Maria José e dela, por agora, só conhecemos uma carta. É a que apresentamos a seguir.



A Carta da Corcunda para o Serralheiro
Fernando Pessoa teve um único heterónimo feminino. Chamou-se Maria José e em seu nome escreveu um único texto: esta carta.
“Senhor António:
O senhor nunca há de ver esta carta, nem eu a hei de ver segunda vez porque estou tuberculosa, mas eu quero escrever-lhe ainda que o senhor o não saiba, porque se não escrevo abafo.
O senhor não sabe quem eu sou, isto é, sabe mas não sabe a valer. Tem-me visto à janela quando o senhor passa para a oficina e eu olho para si, porque o espero a chegar, e sei a hora que o senhor chega. Deve sempre ter pensado sem importância na corcunda do primeiro andar da casa amarela, mas eu não penso senão em si. Sei que o senhor tem uma amante, que é aquela rapariga loura alta e bonita; eu tenho inveja dela mas não tenho ciúmes de si porque não tenho direito a ter nada, nem mesmo ciúmes. Eu gosto de si porque gosto de si, e tenho pena de não ser outra mulher, com outro corpo e outro feitio, e poder ir à rua e falar consigo ainda que o senhor me não desse razão de nada, mas eu estimava conhecê-lo de falar.

O senhor é tudo quanto me tem valido na minha doença e eu estou-lhe agradecida sem que o senhor o saiba. Eu nunca poderia ter ninguém que gostasse de mim como se gostasse das pessoas que têm o corpo de que se pode gostar, mas eu tenho o direito de gostar sem que gostem de mim, e também tenho o direito de chorar, que não se negue a ninguém.
Eu gostava de morrer depois de lhe falar a primeira vez mas nunca terei coragem nem maneiras de lhe falar. Gostava que o senhor soubesse que eu gostava muito de si, mas tenho medo que se o senhor soubesse não se importasse nada, e eu tenho pena já de saber que isso é absolutamente certo antes de saber qualquer coisa, que eu mesmo não vou procurar saber.
Eu sou corcunda desde a nascença e sempre riram de mim. Dizem que todas as corcundas são más, mas eu nunca quis mal a ninguém. Além disso sou doente, e nunca tive alma, por causa da doença, para ter grandes raivas. Tenho dezanove anos e nunca sei para que é que cheguei a ter tanta idade, e doente, e sem ninguém que tivesse pena de mim a não ser por eu ser corcunda, que é o menos, porque é a alma que me dói, e não o corpo, pois a corcunda não faz dor.
Eu até gostava de saber como é a sua vida com a sua amiga, porque como é uma vida que eu nunca posso ter — e agora menos que nem vida tenho — gostava de saber tudo.

Desculpe escrever-lhe tanto sem o conhecer, mas o senhor não vai ler isso, e mesmo que lesse nem sabia que era consigo e não ligava importância em qualquer caso, mas gostaria que pensasse que é triste ser marreca e viver sempre só à janela, e ter mãe e irmãs que gostam da gente mas sem ninguém que goste de nós, porque tudo isso é natural e é a família, e o que faltava é que nem isso houvesse para uma boneca com os ossos às avessas como eu sou, como eu já ouvi dizer.
Houve um dia que o senhor vinha para a oficina e um gato se pegou à pancada com um cão aqui defronte da janela, e todos estivemos a ver, e o senhor parou, ao pé do Manuel das Barbas, na esquina do barbeiro, e depois olhou para mim, para a janela, e viu-me a rir e riu também para mim, e essa foi a única vez que o senhor esteve a sós comigo, por assim dizer, que isso nunca poderia eu esperar.
Tantas vezes, o senhor não imagina, andei à espera que houvesse outra coisa qualquer na rua quando o senhor passasse e eu pudesse outra vez ver o senhor a ver e talvez olhasse para mim e eu pudesse olhar para si e ver os seus olhos a direito para os meus.

Mas eu não consigo nada do que quero, nasci já assim, e até tenho que estar em cima de um estrado para poder estar à altura da janela. Passo todo o dia a ver ilustrações e revistas de modas que emprestam à minha mãe, e estou sempre a pensar noutra coisa, tanto que quando me perguntam como era aquela saia ou quem é que estava no retrato onde está a Rainha de Inglaterra, eu às vezes me envergonho de não saber, porque estive a ver coisas que não podem ser e que eu não posso deixar que me entrem na cabeça e me dêem alegria para eu depois ainda por cima ter vontade de chorar.
Depois todos me desculpam, e acham que sou tonta, mas não me julgam parva, porque ninguém julga isso, e eu chego a não ter pena da desculpa, porque assim não tenho que explicar porque é que estive distraída.
Ainda me lembro daquele dia que o senhor passou aqui ao Domingo com o fato azul claro. Não era azul claro, mas era uma sarja muito clara para o azul escuro que costuma ser. O senhor ia que parecia o próprio dia que estava lindo e eu nunca tive tanta inveja de toda a gente como nesse dia. Mas não tive inveja da sua amiga, a não ser que o senhor não fosse ter com ela mas com outra qualquer, porque eu não pensei senão em si, e foi por isso que invejei toda a gente, o que não percebo mas o certo é que é verdade.

Não é por ser corcunda que estou aqui sempre à janela, mas é que ainda por cima tenho uma espécie de reumatismo nas pernas e não me posso mexer, e assim estou como se fosse paralítica, o que é uma maçada para todos cá em casa e eu sinto ter que ser toda a gente a aturar-me e a ter que me aceitar que o senhor não imagina. Eu às vezes dá-me um desespero como se me pudesse atirar da janela abaixo, mas eu que figura teria a cair da janela? Até quem me visse cair ria e a janela é tão baixa que eu nem morreria, mas era ainda mais maçada para os outros, e estou a ver-me na rua como uma macaca, com as pernas à vela e a corcunda a sair pela blusa e toda a gente a querer ter pena mas a ter nojo ao mesmo tempo ou a rir se calhasse, porque a gente é como é e não como tinha vontade de ser.
(…)
- e enfim porque lhe estou eu a escrever se lhe não vou mandar esta carta?
O senhor que anda de um lado para o outro não sabe qual é o peso de a gente não ser ninguém. Eu estou à janela todo o dia e vejo toda a gente passar de um lado para o outro e ter um modo de vida e gozar e falar a esta e àquela, e parece que sou um vaso com uma planta murcha que ficou aqui à janela por tirar de lá.
O senhor não pode imaginar, porque é bonito e tem saúde o que é a gente ter nascido e não ser gente, e ver nos jornais o que as pessoas fazem, e uns são ministros e andam de um lado para o outro a visitar todas as terras, e outros estão na vida da sociedade e casam e têm baptizados e estão doentes e fazem-lhe operações os mesmos médicos, e outros partem para as suas casas aqui e ali, e outros roubam e outros queixam-se, e uns fazem grandes crimes e há artigos assinados por outros e retratos e anúncios com os nomes dos homens que vão comprar as modas ao estrangeiro, e tudo isto o senhor não imagina o que é para quem é um trapo como eu que ficou no parapeito da janela de limpar o sinal redondo dos vasos quando a pintura é fresca por causa da água.

Se o senhor soubesse isto tudo era capaz de vez em quando me dizer adeus da rua, e eu gostava de se lhe poder pedir isso, porque o senhor não imagina, eu talvez não vivesse mais, que pouco é o que tenho de viver, mas eu ia mais feliz lá para onde se vai se soubesse que o senhor me dava os bons dias por acaso.
A Margarida costureira diz que lhe falou uma vez, que lhe falou torto porque o senhor se meteu com ela na rua aqui ao lado, e essa vez é que eu senti inveja a valer, eu confesso porque não lhe quero mentir, senti inveja porque meter-se alguém connosco é a gente ser mulher, e eu não mulher nem homem, porque ninguém acha que eu sou nada a não ser uma espécie de gente que está para aqui a encher o vão da janela e a aborrecer tudo que me vêm, valha me Deus.
O António (é o mesmo nome que o seu, mas que diferença!) o António da oficina de automóveis disse uma vez a meu pai que toda a gente deve produzir qualquer coisa, que sem isso não há direito a viver, que quem não trabalha não come e não há direito a haver quem não trabalhe. E eu pensei que faço eu no mundo, que não faço nada senão estar à janela com toda a gente a mexer-se de um lado para o outro, sem ser paralítica, e tendo maneira de encontrar as pessoas de quem gosta, e depois poderia produzir à vontade o que fosse preciso porque tinha gosto para isso.
Adeus senhor António, eu não tenho senão dias de vida e escrevo esta carta só para a guardar no peito como se fosse uma carta que o senhor me escrevesse em vez de eu a escrever a si. Eu desejo que o senhor tenha todas as felicidades que possa desejar e que nunca saiba de mim para não rir porque eu sei que não posso esperar mais.

Eu amo o senhor com toda a minha alma e toda a minha vida.
Aí tem e estou a chorar.
Maria José“